Crean una vacuna experimental que indica el camino para frenar la progresión del VIH
En rueda de prensa, los investigadores de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic de Barcelona Josep Maria Gatell y Felipe García han explicado que la vacuna utiliza las células dendríticas del paciente ‘pulsadas’ con el virus del mismo enfermo, que ha sido previamente inactivado por calor en el laboratorio, lo que provoca que la infección frene su expansión.
Sin esta acción, las células dendríticas contaminadas actúan como un caballo de troya y llevan el virus hasta los ganglios linfáticos, donde infectan el sistema inmunitario, y aunque los mismos investigadores reconocen que la vacuna presentada este martes en la revista ‘Science Translational Medicine’ no cura totalmente, sí logra reducir en cerca del 90 por ciento la carga viral del enfermo.
Cuasi infalible
Los científicos utilizaron este sistema con 24 infectados por VIH, y comprobaron que era efectivo en el 95% de los casos, frente a los 12 pacientes del grupo control que fueron tratados con células dendríticas sin pulsar y que mantuvieron sus niveles de carga viral suficientemente elevados como para proseguir con la infección.
Gatell ha explicado que la reducción del virus se produce durante cerca de un año, especialmente a partir de la semana 14 desde que se recibe la vacuna, pero el virus vuelve a hacerse presente de forma paulatina y, por tanto, el proyecto ‘no seguirá adelante porque no cura’.
‘Nada que no sea lograr una carga retroviral indetectable es aceptable’, ha resumido Gatell, que en todo caso ha defendido que la vacuna definitiva será presumiblemente una combinación de diferentes estrategias, por lo que la vacuna presentada ahora es científicamente importante y abre la puerta a estrategias más completas que las actuales.
De hecho, los científicos del Idibaps y Clínic han utilizado para introducir los virus inactivados en las células dendríticas la vía descubierta por el investigador Javier Martínez-Picado del IrsiCaixa –todos ellos trabajan conjuntamente dentro del Hivacat–, que hace menos de un mes publicó un trabajo en el que describía el mecanismo utilizado por el VIH para penetrar en el sistema inmunitario
Una vacuna terapeútica
La nueva vacuna terapéutica representa un paso más en los resultados presentados en 2005 y 2010, si bien todavía no se la logrado la curación funcional que permitiría retirar los tratamientos antirretrovirales sin que el VIH vuelva a rebrotar.
En todo caso, Gatell ha destacado el nivel científico logrado por el Hivacat en los pocos años que lleva en marcha, fruto de la colaboración entre los dos centros de investigación españoles más consolidados en la materia: el Idibaps –con el Clínic y la Universitat de Barcelona (UB)– y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa.
El proyecto cuenta con el apoyo económico de la Generalitat de Catalunya, la Obra Social de La Caixa y Laboratorios Esteve, y aunque Gatell ha destacado que tienen la financiación asegurada para seguir con el proyecto durante tres años más, ha evidenciado que con un mayor presupuesto podría acelerarse mucho más la búsqueda de la vacuna del sida definitiva