El libro que nos presenta Ricardo Cavolo es como una orgánica, artística y personal lista de Spotify. Con su siempre personal estilo, el dibujante nos muestra un listado de los cien músicos que más han influido en su vida.
Un camino musical que parte del clasicismo de Johann Sebastian Bach y llega hasta Skrillex… Un trayecto que va despegándose de los prejuicios y que se detiene para degustar (cerveza en mano) los diferentes estilos musicales que salen a su paso.
Desde el título del libro, Cavolo deja claras sus intenciones. El autor tacha el título oficialista: ‘Historia ilustrada de la música’, para sustituirlo por un planteamiento mucho más lírico.
Y es que el joven ilustrador deshecha el siempre altivo y aburrido traje de crítico musical por una postura más sentimental, impregnada de poesía.
Amor por la música, amor por EEUU
Si el amor por la literatura llevó a Hunter S. Thompson a mecanografiar ‘El Gran Gatsby’, de Scott Fitzgerald, palabra por palabra, el amor que siente Ricardo Cavolo por la cultura norteamericana le ha llevado a explorar casi todos los rincones musicales de este ingente país.
Su artista favorito es una fiel representación de lo norteamericano: ‘Johnie Cash’, la banda sonora de su vida (‘Weezer’) también tiene un cierto sabor ‘made in USA’… A lo largo de su extenso listado se puede sentir su poliédrico amor a la música estadounidense (en el que no hay ningún artista patrio y los artistas europeos casi se pueden contar con los dedos de una mano) aunque paradójicamente falta el género norteamericano por antonomasia: el jazz.
Sin embargo, sí que aparece el resto de estilos para mostrarnos que el camino musical de Cavolo tiene numerosas áreas de descanso. Desde el blues primitivo (Charlie Patton, Robert Johnson) que lleva al autor a convertirse en un perro tuerto que se queda en un rincón oscuro mientras ve pasar lo más crudo de la vida, hasta el rap (Notorius Big, Public Enemy, Wu Tang Clan, Mos Def) que impregnó del rollo gangsta su adolescencia…
Pasando por el folk, el sonido garaje, el pop, el sonido surf, el punk, el doo wop, o los sonidos electrónicos que hacen mover culos y reventar pistas a lo largo de todas las coordenadas de este planeta global.
Sabor artesano
El diario íntimo musical creado por Cavolo tiene la especial virtud de pintar los sentimientos que genera la música. En este caso, los diferentes estilos musicales no solo se componen de letras, ritmos y acordes… Sino que tienen un aspecto orgánico: siendo una música que se puede oler, que se puede sentir… y que, por supuesto, se puede dibujar.
El dibujante nos muestra su estilo más cálido, sus lápices arden, su personal estilo compuesto por símbolos y metáforas cíclicas brilla con fuerza y sus historias narradas a corazón abierto son como si la nostalgia te susurrase al oído.
¿Ejercicio de ego máximo? Alguien podría considerar esta obra de Ricardo Cavolo como un trabajo de autocomplaciencia…nada más lejos de la realidad. La obra del ilustrador salmantino no atiende a criterios estilísticos, de calidad musical sino que desde su propia concepción es un homenaje a la música en su sentido más puro.
De algún modo, Cavolo realiza una radiografía de cien grupos musicales para abrir su corazón. Una obra que se siente cómoda en el terreno de los sentimientos, en el paisaje donde fluye lo lírico, una obra con la que Cavolo consigue que amemos aún más la música.
‘100 artistas sin los que no podría vivir’
Autor: Ricardo Cavolo
Editorial: Lunwerg
Formato: 16×24 cm. / 240 pp. / Flexibook
Precio: 19,95 €
A la venta en: Amazon, Casa del Libro.
Más información: ricardocavolo.com